Quiero volar

No siempre se ejerce por el más fuerte física o económicamente dentro de la familia, siendo con frecuencia razones puramente psicológicas (síntoma de Estocolmo) las que impiden a las victimas defenderse. Habitualmente este tipo de violencia no se produce de forma aislada, sino que sigue un patrón constante en el tiempo. Los principales sujetos pasivos son las mujeres, niños y personas dependientes. Lo que todas las formas de violencia familiar tienen en común es que constituyen un abuso de poder y de confianza.

El termino violencia se refiere tanto a violencia física como psicológica, considerándose igualmente tanto las lesiones físicas como las psicológicas.

Hablo de violencia de género; un hecho que es más visible hoy día, pero algo de toda la vida.

Ayer dieron una película "Solo mía", con Sergi López como maltratador y Paz Vega como victima.

Como en muchas historias reales y de ficción, al principios ambos se amaban y producto de ese amor nace una niña y hasta aquí llega la felicidad porque comienzan los reproches, el primer grito y la primera bofetada. Un mal día para él es el principio del final para ella.

Esta trama inicial es lo que generalmente sucede y su final suele ser dramático, pocas veces se sale de esta espiral.

Resultado muchas mujeres fallecen y sus hijos quedan marcados para el resto de sus vidas, y el agresor o bien se suicida, o bien es condenado por la justicia, que hasta no hace mucho se veía ajena a estos problemas sociales.

¡A dónde vanos a ir a parar!.

En esta película la victima decide plantar cara a su marido, el enfoque realista de la historia, está muy bien logrado hasta entonces, se desvanece en un final bastante improbable...

El film gana mucho con estos interpretes que acaban consiguiendo transmitir a la perfección al espectador lo horrible depravado e ilógico de estas situaciones, que nunca se deberían de producir.

Muchas veces el cine nos demuestra la crudeza de la vida real, sin necesidad de productos de ficción. Nos enseña una realidad que puede estar sucediendo en la puerta de al lado. Y de la quién puede ser protagonista el vecino al que saludamos todos los días.

¿Cuándo va a terminar esto?.

CAPERUCITA

(Ismael Serrano)

Caperucita sólo tiene dieciséis
primaveras sin flores, papá le dice: "Ven.
Caperucita eres joven y tienes que aprender
a ocuparte de la casa, que serás una mujer.

Para que seas buena esposa
y no envejezcas sola,
en la cama y la cocina has de saber
alegrar a tu marido y cuidar a cada hijo,
que te atrapa tu destino,
que has de ser madre y esposa".
Y la pobre Caperucita llora.

"Quiero volar, lejos de aquí escapar.
Dime, mi bien, quién me llorará
si me dan alas y echo a volar.
Quiero dormir, no quiero despertar,
quiero ser la lluvia al otro lado del cristal,
quizás alguien me espere en la oscuridad".

Una fría tarde Caperucita iba
a casa de su abuela a llevarle comida,
cuando se encontró con un lobo feroz.
Dime dónde vas niña, que te acompaño yo.

La muchacha se supo perdida.
Gritaba Caperucita
mientras la devoraba el lobo.
Bajo la falda del vestido
estallaron los dormidos
sueños que en la noche
la mantenían viva. Pobre Caperucita.

Una gris mañana Caperucita se casó,
vestida de blanco, bella como una flor.
Su marido, muy elegante, otro lobo feroz,
y su padre orgulloso lloraba de emoción.

Ahora cada noche el lobo la devora,
clava sus dientes, y llora
Caperucita mientras espera a que un aullido
le diga que el dormido animal despertó.
Después descansa tranquilo el malvado lobo feroz.

La cara de Caperucita alumbra una sonrisa
mientras mece una cuna. En ella está una niña,
quizás futura oveja para un lobo feroz,
a no ser que afortunada la rescate tu amor.

Caperucita la arrulla contra el pecho
y un murmullo lento, lleno
de esperanza y vida,
canta Caperucita.

(1996)