martes, 18 de agosto de 2009

Constantes y variables




" Señor, dame ánimo para cambiar lo que puedo cambiar,
la serenidad para aceptar lo que no puedo cambiar , y
la sabiduría para poder distinguir entre ambas cosas."

Con el tiempo las cosas en general van evolucionando. Al igual que de una pequeña semilla, da paso a una planta y esta da vida a una hermosa flor... Y así hasta que ya no es nada, se va, se muere y sólo queda una inmensa nada.

En este momento me siento así, en concreto por algo que me ha pasado hoy, y que no es algo que no estuviera anclado hace tiempo, pero a veces uno se quiere negar, o necesita negar que todo en esta vida sea pasajero.

Cuantos esfuerzos, en mantener, en que todo lo que fue hace años perdure, y ahora estoy en ese punto en el que no sé, qué puedo hacer.

Admitir que la vida nos va cambiando y que las situaciones que nos rodean, pueden ahogarnos en cierto modo, pero yo he oído: Dios aprieta pero no ahoga, cuando una puerta se cierra, se abre una ventana y si dos quieren todo puede ser.

Y yo creo que es así, de que sirve que me esfuerce yo sola, si por la otra parte no recibo respuesta.

¿ Por qué me pasa siempre ?, me da la sensación que algo hago mal, el problema es que me doy demasiado y las personas se acostumbran y dejan de echarte de menos, porque claro, que fácil es si siempre te acuerdas de los demás, porque tú si les echas de menos y te preocupas por mantener las cosas, alimentarlas y lo único que ves son feos por todos los lados, hablo de la amistad.

Hoy me siento triste y he sentido cierto abandono en mi interior, en mi camino de regreso a casa, sólo podía sentir el silencio de mis lagrimas mientras pensaba y me devanaba la cabeza; me he dicho a mi misma que tengo que aceptar y dejar que pasen las cosas, que si alguien me echara de menos ya me llamaría.

A veces evolucionar significa aceptar aquellas cosas que pensabas que nada las perturbaría y es que uno solo no puede alimentar porque una de las partes siempre estará desequilibrada y pobre, esa parte soy yo.


Hay cosas que cambian, y otras que intentas que no cambien; a veces lo consigues y siguen siendo constantes, pero a veces no es posible, y son variables. G.G.


" La felicidad es saber gestionar los cambios, para bien o para mal." G.G.

lunes, 10 de agosto de 2009

Vacaciones


¡ Vacaciones !, qué mágica palabra.

Ya hace un par de añitos que tanto mi pareja como yo, no disfrutamos de un paréntesis en este desenfrenado día a día, de saturación, de guerras laborales, estrés mental y espiritual.

Cuánta gente habrá que pase por la misma situación, o incluso peor. Pero como cada uno de nosotros vivimos en nuestra persona hablaré por mí.

En una palabra, estoy agotada, soy marioneta de mi cuerpo el cual tira de mí por inercia, en cada cosa que hago, eso sí, mejor no pensar demasiado porque entonces no me levantaría de la cama.

Y ¿qué entiendo por vacaciones? para mí pueden ser cualquier mes comprendido entre junio, julio o agosto. Creo que en ese sentido me quedé estancada en la adolescencia. ¡Qué bien se vivía!

Meses en los que entre comillas, el tiempo te acompaña, para desarrollar cualquier pasatiempo de estas fechas.

Ir a la playa, aunque en mayo darte un paseo por la arena y observar el oleaje tiene su encanto, lo mismo es aplicable al monte, tirarte a la bartola en cualquier parquecillo de tu pueblo o ciudad con un buen libro o sin más a echarte una siesta, comerte tu helado favorito, tertuliar en la terraza de un bar, cafetería etc viendo pasar las horas muertas y como no los que puedan, viajar a cualquier parte del mundo.

¡ Vacaciones, ay... !, pronto me llegarán, eso sí vete a saber hasta cuando, porque serán indefinidas a partir de septiembre, cuando todo el mundo retorna, con ese bonito bronceado, hartos de playa.

Ahí entrará mi paréntesis, mi merecido descanso, aunque me dé un poco de vértigo la caída ya que no sabré que será de mí, que me tendrá preparado el destino, si sabré afrontar lo que me toque.

Descansaré eso sí, pero me esperará la oficina del paro y tal como se están poniendo las cosas, no sé que pasará una vez finalice el mes.

Espero no desanimarme ya que tiendo al derrotismo, a veces soy así de tremendista en estas situaciones, pero me prometo o lo intentaré al menos no derrumbarme.

No precipitemos acontecimientos, pensaré que sólo quedan tres semanas para tomar el merecido descanso de esta guerrera.

Dónde nos iremos, no lo sé. Quizás Londres o quizás a la vuelta de la esquina...

sin más, disfrutar de estos días de vacaciones.