viernes, 9 de marzo de 2012

... Amor eterno




Prometiendo y prometiendo amor eterno, imagino que así lo pensó en su momento pero de amor no se vive, es hermoso e idílico si piensas que vives en una novela de romance y entonces te topas con la cruda realidad.

He llegado a este pensamiento por preocupaciones en mi entorno, tampoco quiero poner nombres pero probablemente no sea la única persona que quiso soñar en una vida perfecta, en la inmadurez de una mente adolescente que nunca quiere llegar a ese punto de madurez, que es esta vida.

¡ Ojo !, con esto no quiero insinuar que no vea la realidad tal y como es, pero es muy lícito soñar y pensar que todo es maravilloso, que hay alguien que te quiere, que piensa en tu bien, en tus prioridades, en una vida de familia y unión eterna.

... Y entonces es cuando; como en un mal sueño ves que vas cayendo al vacío y nunca llegas a tocar fondo y en ese recorrido te vas dando cuenta de cosas que estaban pero no querías ver ya que te has dejado llevar, las has disfrazado con pequeños matices que en su momento te valían, pero claro te vas haciendo mayor y los matices toman otras formas. Formas que no te gustan y ves que lo que había construido tu imaginación cae como un castillo de naipes.

¿ Qué hacer ? No se como ayudar a esta persona.

Me declaro culpable, por ser una persona ensoñadora y romántica, pero siempre con los pies en la tierra, también he creado un mundo paralelo en mi imaginación, sólo eso: algo momentáneo como una buena novela de amor; un paréntesis entre la realidad y mi ficción, para salir de mi rutina. Sabiendo lo que deseo y lo que he creado hasta ahora. Y con quien lo he creado, siendo objetiva desde mi historia y haciendo partícipe a la persona que comparte su existencia junto a la mía.

Creo que eso es querer bien a una persona, cuando existe una complicidad, lo compartes todo, se mira mutuamente las necesidades de cada uno...

No un amor egoísta, cuando uno se mira al ombligo sin ver que hay alguien que también forma parte de su vida y con la que no cuenta y que seguramente el día que faltara, entonces es cuando vería lo que perdió.

Que más puedo decir, nadie somos perfectos pero cometer un error así, siendo consciente de ello y utilizando ciertas premisas para beneficio propio, en mi más sincera opinión no dan la felicidad, ni arreglan los problemas, te hacen sentirte desgraciado e infeliz.