domingo, 14 de junio de 2009

De pequeña


"Lo maravilloso de la infancia es que cualquier cosa en ella es maravillosa."


De pequeña, se es muchas cosas, pero lo que no eres es consciente de lo que cuesta vivir esta vida.

Cuando se es muy tierno, tus padres viven por ti, reflejan en ti lo que algún día creen que llegarás a ser de mayor, erran por ti y tú sólo eres una pequeña esponja que absorbe todo lo que ve sin ser consciente realmente de lo qué es.

Pero sin duda alguna, la infancia es una de las etapas más bellas que uno en su inmaduro cerebrito vive hasta llegar a despertar los sentidos conscientes de los valores que vive esta sociedad.

A veces no hay nada más hermoso que la felicidad de no ser consciente; de que tu pequeña vida gire en torno a un mundo de sensaciones y emociones por descubrir.

Lo entenderás rápido.

Nunca te has fijado en un pequeñín cuando saborea un dulce, cuando juega con un globo, cuando le das o te da un abrazo, cuando descubre los sonidos de la música.

Bien, todo es nuevo, todo es tan inocente y tan tranquilo que nada perturba sus pensamientos, porque todavía no piensan, sólo sienten.

¡ Y no es esto maravilloso !, porque viven.

No tengo muchos recuerdos de mi infancia, porque creo que sólo eres consciente de un bajo porcentaje de esas imágenes, y la mayoría es probable que las recuerdes ya que te marcaron.

La mente es así, cuando yo era pequeñita, mi padre decía que era muy salada, era de esas niñas que llaman la atención y siempre me cuenta la misma historia del " chorrito de agua "; como unas gotas de agua caían sobre mí y yo me sacudía como un pajarillo y correteaba, con una sonrisa imborrable.

Hoy pienso dónde quedó esa sonrisa.

No me acuerdo de esos momentos, pero mi subconsciente crea imágenes, de todas las historias que contaron sobre mí.

Mi yo adulto dista bastante de la niña que fui, ya no hay esa felicidad imborrable , ni esa ingenuidad infantil, ni esa sensación novedosa.

El tiempo se va, pero todavía pienso que quizás no sea tarde para mí, que quizás algún día viviré sin sentir la ansiedad de las preocupaciones, que quizás algún día volveré a saborear un dulce, a jugar con un globo, a sentir, sentir...

Quizás en mi futuro, en la mirada de mi hijo o hijos, porque estoy segura de que lo será todo para mí.

jueves, 4 de junio de 2009

Relajar visualizando



Las palabras tienen un gran poder para transmitir sentimientos o ideas. En ocasiones, una simple palabra o una frase nos ayuda a comprender una situación, o nos enseña algo importante, o simplemente es bonita y nos gusta leerla o escribirla.

Poco a poco, paso a paso, comienzas a memorizar recuerdos, momentos que invitan a relajar más allá de este mundo, a alcanzar un grado de paz, de seguridad y amor en ti.

Busca en tu interior y comienza poco a poco, paso a paso a respirar muy profundo.

Mira y observa más allá del horizonte de tus pensamientos, es un cálido día de verano, miras a tu alrededor todo es paz, una cálida brisa acaricia tu cuerpo, vas vislumbrando frente a ti un lago, sus cristalinas aguas arrullan tus sentidos.

El sonido de las hojas de los árboles acompañan las melodías del bosque, todo está en calma.

Te acomodas y abrazas la naturaleza, el contacto de la hierba despierta algo en ti, sois uno.

Poco a poco, paso a paso tomas aire, miras al cielo, ese cielo de verano que da vitalidad, observas su color, pequeñas nubes que flotan y se dejan llevar deleitando tu imaginación con formas increíbles y piensas; " todo está bien ", estoy en armonía con el mundo.

Hojas que son arrancadas, con sus múltiples tonalidades unas verde jade, otras doradas, el tintineo de los árboles, acunan y nos hablan. ¡ Qué agradable !.

Respira tranquila y en calma un aire puro, lleno de oxígeno que producen los árboles del bosque, con cada respiración te relajas más y más, escucha el susurro del aire que pasa entre las hojas de los árboles, escucha el sonido del viento cálido en las hojas y te relajas más y más, quédate por unos instantes observando el prado verde, los viejos árboles centenarios, sus hojas hermosas... sólo hay paz y siente la respiración estás en calma.

Poco a poco, paso a paso ve enviando energía a todas las células de tu cuerpo, todos los poros de tu piel se abren para recibir esa energía de cada inhalación profunda, y al exhalar echa a fuera todo aquello que no necesites, toda esa energía gastada, las preocupaciones, el cansancio, las tensiones salen fuera con cada exhalación.


La relajación es mucho más, es un estado de conciencia que se busca voluntaria y libremente con el objetivo de percibir los niveles más altos que un ser humano puede alcanzar, de calma, paz, felicidad, alegría.

La práctica diaria de la relajación nos aporta múltiples beneficios:

Aumento del nivel de conciencia

Mayor nivel de reposo. Descanso más profundo.

Más salud.

Más resistencia frente a las enfermedades.

Equilibrio en la tensión arterial.

Mejor oxigenación.

Aumento del nivel de energía, vitalidad.

Superior nivel de recuperación tras los esfuerzos.

Predominio de los pensamientos positivos.

Resistencia frente a hábitos erróneos: fumar, alcohol, comidas excesivas, etc.

Disminución del estrés.

Mayor capacidad de aprendizaje.

Mejora de la capacidad de recordar datos.

lunes, 1 de junio de 2009

Cuento de hadas



Nadie sabe de verdad lo que es un cuento de hadas hasta que no ha recuperado, ya en la edad adulta, esa sensación mágica que experimentó siendo niño, mientras leía relatos acerca de botas de siete leguas, enanos que buscan tesoros y hechiceras que habitan en casas de chocolate. Sostener, como ya lo hacen muchos, que este tipo de historias siempre nos acompaña, equivale a reconocer que buena parte de nuestra cultura está en deuda con Andersen y los hermanos Grimm.

Además de una enseñanza moral, en todo cuento acompaña la magia, tú decides que tipo.

Un mundo de fábula de princesas, guerreros y criaturas encantadas.

Varillas de hadas donde todo se transforma en piedra, vidrio y oro, para vivir su vida de misterio, ser una de sus bellezas y quedar fundido en ella con un deslumbramiento interminable.

He aquí un bello cuento cuya magia reside en el amor y donde tu imaginación quedará atrapada por un manto de estrellas, vive y sueña. Se feliz.


Erase una vez un universo oscuro, un universo negro y helado.

No se sabe por qué, dos estrellas se miraron y se enamoraron. Tan grande y hermoso fue su amor que dejaron de describir infalibles órbitas elípticas para dibujarse tiernos corazones entrelazados.

Se querían tanto..., pero la distancia era grande, y no podían acariciarse ni besarse. ¡Si por un solo instante pudieran estar juntas! Pero eso estaba prohibido en un universo oscuro, en un universo negro y helado.

Aun así no se resignaron a vivir separadas, alejadas por un denso y silencioso vacío; así que decidieron quebrantar la eterna ley del perfecto y ordenado universo. Con un cómplice guiño se salieron de sus órbitas convirtiéndose en dos estrellas fugaces, dirigiéndose a un mismo destino a la velocidad del deseo y el cariño

Tan solo querían besarse; sabían que ése sería su primer y último beso, pero a pesar de ello continuaron vertiginosas su sendero suicida..., hasta que se encontraron, fundiéndose en un luminoso y bello abrazo de amor y de muerte. Fue el precio que tuvieron que pagar por quererse en un universo oscuro, en un universo negro y helado.

Ellas fueron las primeras, pero si alguna noche de verano, mirando el cielo, ves una estrella fugaz, piensa que en algún lugar hay otra, que están enamoradas, y que aunque vivamos en un universo oscuro, en un universo negro y helado, lograrán encontrarse, se besarán por un instante nada más y desaparecerán entre destellos de amor y ternura.