viernes, 17 de diciembre de 2010

LISA



No esperaba nada nuevo en estas fiestas, ni regalos, ni celebraciones exageradas, no tengo el cuerpo para muchos ruidos y ahora él no tiene sus vacaciones, lo único por mi pequeña cosita, aunque con 8 meses para cumplir, no se entera de quién es el Olentzero, ni Papa Noel, ni los Reyes Magos.

Tendremos que hacer un esfuerzo por mis seres queridos; animar los corazones y celebrar que estamos vivos, que nos tenemos, por todos los que ya no están, ni estarán en celebraremos y haremos un omenaje.

Nada se diferencia a las fiestas pasadas, a excepción de estas dos circunstancias:( mi hija y fallecimiento de su bisabuela ).

pero no estemos tristes, se acercan estos días de reconciliación con el mundo, promesas de mejorar en el nuevo año, ambiente festivo, villancicos, grandes comilonadas, turrones, polvorones las uvas y como no los regalos.

¡A ver !, ¿ me he portado bien ? : una discusión por aquí, mal entendidos por allí; un favor, una sonrisa , cuenta intentar tener grandes dosis de paciencia.

No se, ¡ acaso tocará carbón !.

Nada más lejos de la realidad, Pero: ¡ si no espero nada !, la verdad, no me hace falta nada.

No: ropa = reciclar, perfumes y joyas = pufff, unos cuantos, adornos = ni pensar; me cargo al que me compre algo más.

Sinceramente no quiero ni espero nada. O eso creía.

Pues mi dulce y flamante esposo, padre de la criatura; me dejó ¡ como pasta de boniato !, la boca desencajada.

Cuando menos lo espero me sorprende, y con que ...

Ya está aquí es LISA mi primer mini portatil.

¡ Es la lecheeeeeeeeeee !. Feliz Navidad Nohemí.

Yo que he sido reacia a este tipo de aparatos, vamos una completa negada, ¿ quién me diría a mí ?, quién me ha visto y quién me ve, el caso es que estoy super ilusionada, hasta me ha comprado una funda color rosaaaaaaaaa... el colmo de la pijería; me encanta. ¡ qué marido tengo ! también me lo merezco.

Bautizada con el nombre de LISA sugerencia de él.( Es una escritora que me gusta mucho ). Me lo ha personalizado completamente, para mi particular manejo, en fin que más puedo pedir a la vida en estos momentos.

Aysha duerme como un angelito, chocolate disecado en su canastito y como no haciendo ronquidos, él está celebrando la comida de Navidad con la empresa, yo estoy en mi sofá con mi mantita de yoga y una maravillosa bolsa de agua caliente y musiquita de fondo.

... Y LISA en mis rodillas, estrenándose con uno de mis muchos post que espero escribir.

Felices fiestas, un fuerte abrazo a todos.

jueves, 2 de diciembre de 2010

Un comienzo y un final




No somos conscientes de tantas cosas, pensamos: bueno estoy aquí y ahora y vivo lo que me toca, el día a día. Y eso es estupendo, sobre todo cuando no hay preocupaciones que nos angustien, si es posible que todo sea rosa, todo esto no deja de ser en cierta manera idílico.

Pero la vida es real, no es una novela, nunca debemos perder la esperanza.

Quien me diría que hace casi siete meses estaba a punto de traer a la vida ese pedacito de mí.

Hasta el día D, no eres consciente de ese dolor físico de todo lo que te cuesta, de las dudas que te asaltan: sabré educar a mi hija, me querrá, estará sana, será feliz.

Todas nuestras ilusiones puestas en una cosita pequeña, regordeta, llorona, pero tan tierna...

El 4 de mayo llegó a nuestras vidas la pequeña Aysha; borrando un rio de amarguras en algunos aspectos de nuestra vida que poco a poco van encauzándose, trayendo la alegría a toda la familia.

Aún recuerdo el día que nos dijeron que era una niña, no pude frenar las lágrimas de alegría. Si hubiera sido niño, no cambiaría nada, pero el anhelo de tenerla, de compartir tardes, cuentos, libros, conversaciones de madre e hija, fiesta de pijamas, ir de compras; todas esas cosas de chicas.

En fin, que luego te puede salir un marimacho...

Toda una generación de mujeres: mi abuela, mi madre, yo y ahora Aysha.

Sólo pensaba en juntarnos todas, en especial con mi abuela y enseñar a su biznieta, que disfrutara de esa esperanza de vida, de sangre nueva, de grandes momentos juntas las cuatro, verla crecer.

Que emoción cuando vio a esa pequeña cosita, por casi vuelca el cochecito, ¡ qué bellos recuerdos !.

Pero la vida tiene esa parte amarga que nos atraviesa el corazón y tan pronto pasas de ser la persona más feliz, a sentir las frías garras de ese final.

El 2 de julio mi abuela Margarita, se marchó de nuestras vidas, nos dejó en la más absoluta tristeza.

No he podido despedirme y llorar por ella como hubiera querido, pensaba en Aysha, no podía dejar que me viera triste.

Y ahora pienso en todos esos días, fiestas, en las que no podremos estar, en las tardes de churros con leche y pasteles, en su cucurucho de castañas. En las primeras navidades de Aysha.

Aún así tengo el consuelo y la alegría y lo llevaré siempre conmigo. De que pudo conocer a su biznieta, cogerla en sus brazos y llenar esos momentos de alegría.

Ahora y siempre no te olvido y sigo oyendo tu voz en mi cabeza.


A veces podemos pasarnos años sin vivir en absoluto, y de pronto toda nuestra vida se concentra en un solo instante.

Tanta prisa tenemos por hacer, escribir y dejar oír nuestra voz en el silencio de la eternidad, que olvidamos lo único realmente importante: vivir.

La vida es un arco iris que incluye el negro.

No basta con pensar en la muerte, sino que se debe tenerla siempre delante. Entonces la vida se hace más solemne, más importante, más fecunda y alegre.

El día de tu muerte sucederá que lo que tú posees en este mundo pasará a manos de otra persona. Pero lo que tú eres será tuyo por siempre.

La muerte llama, uno a uno, a todos los hombres y a las mujeres todas, sin olvidarse de uno solo -¡Dios, qué fatal memoria!-, y los que por ahora vamos librando, saltando de bache en bache como mariposas o gacelas, jamás llegamos a creer que fuera con nosotros, algún día, su cruel designio.

miércoles, 1 de diciembre de 2010

Mirar





" Cuando pierda todas las partidas, cuando duerma con la soledad,
cuando se me cierren las salidas y la noche no me deje en paz.

Cuando sienta miedo del silencio, cuando cueste mantenerse en pie,
cuando se revelen los recuerdos y me pongan contra la pared.

Resistiré erguida frente a todo. Me volveré de hierro para endurecer la piel.
Y aunque los vientos de la vida soplen fuerte. Soy como el junco que se dobla,
pero siempre sigue en pie."


A veces ciertas cosas te hacen replantear si todo lo que haces y piensas es lo correcto, si lo que dices valdrá para tranquilizar y amainar el temporal que ves que se te avecina.

Y no puedo hacer otra cosa que mirar.

Miro y te veo, veo años y años de amistad, miro y sólo puedo sonreir.

Porque somos juncos que contra todo pronóstico hemos caído, nos han abnegado pero seguimos ahí y sería una tontería dudar de lo que tenemos, de lo que construimos, de lo que conseguimos.

Pero no sé si puedo tranquilizar los temores, sólo puedo decir a mi favor que estoy ahí y estaré, siempre he escuchado todo lo que hayas querido transmitir.

Te he mirado con cariño, te he escuchado y te sigo mirando.

Porque sólo puedo decírtelo con mis ojos, estoy aquí y te sonrio allí donde tu estás.

En mi día a día, en mis pensamientos, pero eso en el fondo tu ya lo sabes, verdad...