jueves, 8 de enero de 2009

Oh! Platón. ¿qué hiciste del amor?



El amor platónico es una de las expresiones imprecisas en las cuales se concede una importancia más espiritual que sensual al amor. Es una elevación filosófica de la manifestación de una idea hasta la contemplación de la misma, que varía desde la apariencia de la belleza hasta el conocimiento puro y desinteresado de su esencia. Es una forma de amor y amistad en que no hay un elemento sexual o este se da de forma mental, imaginativa o idealista y no de forma física.

Seguro que muchos habréis sido el amor platónico de alguien o habréis tenido algún amor platónico. Creo que es una sensación que se experimenta más en la adolescencia, pero tampoco lo aseguro, son etapas de la vida.

O quizás también cuando eres adulto y no encuentras un ideal de alguien con quien compartir tu vida, pero siendo realistas hay que conocer a las personas para formar algo.

Yo he tenido unos cuantos amores platónicos en mi adolescencia, no sé por que me enamoraba locamente y esa ilusión era mi alimento para mantener siempre encendido el deseo y la esperanza. Son amores imposibles, en su momento por ser muy insegura y pensar que no merecía a nadie o que nadie se podría enamorar de mí.

Me imaginaba mil situaciones en mi cabeza: como lo sentiría, pensaba sin conocerles bien que eran personas con cualidades maravillosas, espirituales, inteligentes...

Pienso que un amor platónico puede ayudar para conocernos más a nosotros mismos, así descubres que es lo que realmente deseas en el amor para luego poder amar de verdad, ya que en la fantasía se resuelven los pensamientos unidos a la emoción del amor, y por lo tanto es un buen camino para el conocimiento de uno mismo en este sentido.

Lo peligroso es que puedas frustrarte, quedando estancado en esos mitos o amores platónicos.

A veces recuerdo como creía verlo en todas partes, fue en un principio platónico. En mi cabeza me imaginaba, como sería compartir todo el amor que tenía para dar, como le abrazaría, como sería besarle, en definitiva como sería compartir mi vida con la suya, imaginaba que en un futuro me casaría con él y formaríamos una familia. Por ahora estoy casada con él y os aseguro que la mayoría de mis momentos soy felices, la realidad supera a Platón.

Pero, ¿esto es real? oh Platón, no me jueges una mala pasada.(Me pellizco) - sí, es real.

El contar con un amor platónico en cierta forma te ubica en el camino de la visualización para luego poder hacer realidad los sueños.

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