
Estoy segura que a más de la mitad de mujeres les gustará pasar por este trance, aunque en un principio nos contradigamos.
Lo sé porque a mí me sucedió.
En un principio mi pareja no quería casarse, no obstante le puse en el aprieto de pedirle yo misma y casi de rodillas, creo que fue algo así: churri, ¿te quieres casar conmigo? jeje...
Cualquiera me dice que no, por lo que pueda pasar.
Se nos ocurrió fugarnos en verano y ahorrar preparativos y casarnos en una Iglesia perdida en un recóndito pueblecito, con la primera abuelita que viéramos de testigo, al final desechamos la idea, ¡un poco descabellada! ¿no?.
En fin que optamos por complicarnos, con todos los papeleos búsqueda de una Iglesia pequeñita, con vistas a la naturaleza. Algo familiar y entrañable.
Un restaurante cercano al lugar y que el párroco nos quisiera casar, en una fecha que coincidieran estos dos puntos claves como son Iglesia y restaurante.
Una vez hechos los papeleos más o menos, y de haber acudido a las clases prenupciales y un consenso de que ambos queremos lo mismo.
Este punto suele ser un poquito picajoso, ya que para gusto se hizo los colores, pero en mi caso he tenido la suerte de que todo lo que quiero y me gusta, a él le parece bien. Al final le contagio la ilusión de que ese día sea algo mágico.
Y comenzamos con una feria expobodas, donde nos vamos empapando un poco de que va el asunto. Es tal que una caza de brujas; todos intentan arrastrarte al lado oscuro, para que cojas sus productos. Ahí decidís vosotros.
Uno de los momentos más emocionantes es el vestido de novia, sin quitar importancia al traje de novio.

A partir de esto , tomate un respiro de unos meses y vas decidiendo poco a poco el tipo de alianza, arras, joyas, perfumes, ropa interior... que quieres para la ocasión.
Los regalitos, las invitaciones para los que acudirán al gran día.
Y unos tres meses antes del enlace, preparar el vídeo con un paseo de novios, esto es opcional; es como verse en un videoclip musical en plan romántico ñoño, pero con todo el encanto de unos novios entusiasmados. El nuestro quedó muy gracioso.
Los padrinos y damas de compañía que no falten y la ayuda de tus inestimables amigas que ese día desempeñarán como ayudantes de cámara en los pequeños detalles que se escapan a tu vista; como recogida de prendados y ramos de flores... sin su colaboración no sería lo mismo.
Flores para decoración de iglesia, ramos para las abuelas, prendados y ramo de novia mejor con un mes o mes y medio de antelación.
Importante y no nos olvidemos la Luna de Miel. Confirmando billetes de avión y reservaciones de hotel, pasaportes, (visas), tarjetas de crédito y cheques de viaje.
15 días: Praga y alrededores recorrido por una ciudad de cuento, para seguir con Viena, mágica y monumental, cuna de grandes músicos.
Culminando 7 días en Isla Mauricio, para empaparnos de la vida de los nativos de la zona; acompañado por el ocaso del sol, uno de los más bonitos que he visto y arropándonos con su manto de estrellas. Una experiencia inolvidable.
Sobretodo relax antes del día que tú ya sabes y beber muchas tilas, en definitiva tomarse todo con un poco de filosofía, acostarse pronto y descansar.
Que no te traicionen los nervios la semana antes y durante el gran momento. Disfruta de las fotos y vídeos de recién casados.
Goza de este día porque sólo el esfuerzo lo merece, recordar cada momento y suerte.
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