La boda (segunda parte)

¡Menudo panorama!.

11.30 últimas noticias: se ha visto pasar como alma que lleva al diablo a la madre de la novia, junto con la madrina y la abuela del novio en el coche, ahora podemos seguir.

Destino ermita San Miguel Arcangel, (en el alto de Garai, Durangesado).

12.00 comienza el gran momento, todos miran, fotos...

En la capilla esperan para ver a la tan esperada novia. caminamos llenos de emoción, eso sí a paso de tortuga, la nena que nos va abriendo paso quiere que no se nos olvide este momento paseillo.

De emoción hacía el altar con Enya de fondo y allí está él, tan interesante como siempre, sonriendo.




Ya sabéis lo que viene ahora: votos, los suyos consiguen arrancarme las lágrimas y el público se ríe porque le arreo en el brazo, gratos deseos de amigos y el sí quiero, suena la melodía y firmamos.

Todos esperan a que salgamos, lluvia de confeti, popurrí, arroz, petardos y risas. ¡Viva los novios!.

Más fotos y mientras la gente retorna al autobús a paso de un dos, un dos por el que un auténtico anima fiestas grita por un altavoz, mientras ellos van al restaurante, nosotros hacemos el reportaje de novios.

Nos reciben, damos las gracias por venir, indicamos a todos que ocupen sus lugares. Pasan unos minutos y entramos en el comedor acompañados de música y saludando con unas narices de payaso y una sombrilla china muy mona. Las caras son para grabar, muchos rompen a reír.

Animamos a todos a que tomen unas bolsas con unas cositas de bromas muy graciosillas para que la estancia sea más animada y divertida.

Comemos entre alborozo, risas, parloteos y por fin momento tarta y brindis para proseguir con el premio de muñequitos de novios, ramo de novia, ramo de abuelas, los regalitos para los asistentes y chuches para los peques y para culminar ese momento liga en mi caso dos porque sí para las más pícaras.

Baile de novios y desmadre en la pista, canciones dedicadas, barra libre...

Todo pasó rápido, no hubo percances fuera de lo común, al menos por lo que sabemos y los asistentes estuvieron estupendos en su papel.

Recuerdo muchos momentos, alguno que otro agridulce, me hubiera gustado que mi madre hubiera disfrutado más, pero hay cosas que se escapan y no podemos abarcar a todo; nada es perfecto en esta vida.



Tengo pequeñas lagunas, pero fue uno de los días más felices que ambos pasamos, sin olvidar a todos aquellos que no pudieron estar acompañándonos y por todos los que nos dejaron y estuvieron presentes de espíritu.

La noche siguió un poquito más y al final nos hospedamos en una habitación de hotel para dar paso a nuestro primer día de casados y despedirnos ya que al día siguiente partíamos de Luna de Miel.

Pero eso es otra historia.

Un beso a todos los que nos hicisteis sentirnos especiales en ese día, gracias a las amigas que organizaron mi despedida de soltera por hacerme pasar esos momentos tan cachondos, por vuestros regalos materiales, pero sobretodo por el regalo de vuestra amistad.

A los compañeros de mi marido por preocuparse en que nos relajásemos con ese regalo a un spa que disfrutamos unos meses después y por ser tan buenos compañeros de él.

Sin todos vosotros no hubiera sido igual.